Litoral/4 Manuel Maquió Clouthier, luchador social por GILBERTO Javier LÓPEZ ALANÍS

No cabe duda, cada coyuntura política de transformación social produce sus propios dirigentes y líderes, no importando su condición social; si revisamos la historia mexicana, empresario fue Francisco I. Madero, que percibió después de un análisis profundo en su libro La sucesión presidencial de 1910, la necesidad de un cambio político por la vía pacífica, iniciando una campaña de concientización recorriendo el país, formando clubes antireleccionistas para combatir al dictador Porfirio Díaz.

Mas cerca de nuestra vida, me tocó observar el desarrollo del Movimiento Estudiantil Popular de 1968, desde el comité de lucha de la Escuela Superior de Economía del IPN, constate en ese tiempo que a la par de la organización y práctica de las actividades propias del movimiento, se desarrollaba una intensa lucha política en la base y la cúpula; en esa dinámica se generaron los liderazgos que desfondaron intereses de organizaciones que con su estructura propia intervinieron en el movimiento

Señalo lo anterior porque han corrido enormes volúmenes de agua productiva bajo el puente negro de la ciudad de Culiacán, desde el fallecimiento de Manuel Jesús Maquío Clouthier en 1989, y hoy, en el tiempo corto de la historia, resalta su figura política como un luchador social en el ámbito mexicano.

Es muy frecuente la conseja popular, que señala la existencia de juicio histórico sobre la actividad de ciertas personas que han destacado en la actividad política; en el caso del Maquío tal juicio le favorece.

Durante mucho tiempo de su fructífera vida empresarial combatió por sus legítimos intereses, dignidad e ideales en un ambiente difícil y autoritario del sistema político mexicano. Para mantener su libertad de expresión, organizó y creó junto con otros sinaloenses el periódico Noroeste en 1973, asumiendo una actitud crítica al poder autoritario de su tiempo, como cuando en 1976, sufrió la invasión de sus propiedades en la unidad productiva denominada “Paralelo 38”, en tales acontecimientos el gobierno federal desató una feroz campaña publicitaria acusándolo como latifundista; Maquío como pequeño propietario y resguardado en lo que le permitía la Ley, respondió a los funcionarios que aplicaran los preceptos de la reforma agraria derivada de la Revolución Mexicana

Conoció a fondo las actividades de los agricultores sinaloenses, en sus actividades productivas y de organización, como dirigente de los agricultores del río Culiacán; también como presidente de la Unión Nacional de Productores de Hortalizas (UNPH); consejero de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES); presidente fundador del Comité Nº 3, de Caminos Vecinales del Estado de Sinaloa; fue también miembro de comisiones de trabajo representando a nuestro país en diferentes foros internacionales sobre aspectos comerciales en el agro; miembro y presidente del Patronato Pro Construcción de Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Sinaloa; presidente fundador del Comité Coordinador Empresarial del Estado de Sinaloa. Fue presidente de COPARMEX y en 1981 como presidente del Comité Coordinador Empresarial, se lanzó en resistencia civil contra la política oficial del gobierno mexicano.

Apoyó a su tío Jorge del Rincón Bernal cuando contendió por la presidencia municipal de Culiacán También fue candidato a la gobernatura de Sinaloa, contra Francisco Labastida Ochoa y en 1988 se presentó como candidato a la presidencia de la República, por el Partido Acción Nacional, en unas elecciones controladas por la Secretaría de Gobernación, donde se operó en forma fraudulenta, al caerse el sistema de cómputo, a favor de Carlos Salinas de Gortari.

Después de esta tortuosa experiencia lucho junto con otros demócratas mexicanos por constituir un órgano ciudadano de organización electoral que a la postre fue denominado Instituto Federal Electoral (IFE), hoy denominado Instituto Nacional Electoral (INE); aspecto que hoy cobra vigencia en el ámbito político mexicano.

La estatua que lo representa a un costado de la Catedral de Nuestra Señora del Rosario en la ciudad capital del estado de Sinaloa, permanece incólume, sosteniendo una paloma de la paz en una de sus manos, mostrando el sentido de lucha política de carácter pacífico que lo caracterizó.

No hay comentarios

Deja un comentario

Suscríbete a nuestra cartelera cultural
Gracias por inscribirse a nuestra cartelera cultural.
×
×
WordPress Popup